A pesar de ser ciego, este monje guerrero posee todas las habilidades necesarias para enfrentarse al Imperio. Construye la figura y ponla en tu postura de combate favorita. ¡Despliega entonces su asombrosa ballesta, carga el cañón automático y prepárate para la acción! ¡El Imperio debería temer a este asombroso combatiente!